De la desilusión al enojo, y de regreso

Por Taker.

El pasado viernes, Necaxa perdió su tercer partido consecutivo y con ello es casi un hecho que haya firmado el segundo descenso en la historia del equipo. Muchos dirán que aún hay posibilidades matemáticas, y si, las hay. Sin embargo el panorama luce ya muy complicado. Desde el mismo viernes tras la derrota ante Chivas lucía de esa forma y el sábado con los triunfos de Jaguares y Querétaro, nuestras esperanzas parecen haber muerto.

Y no, no se trata de resignarse o de tenerle poca fe a los jugadores, tampoco se trata de ser pesimista ni nada parecido. Simplemente hay que ser realistas y honestos con nosotros mismos, el equipo -futbolísticamente hablando- no nos ha dado motivos para que confiemos en que vamos a lograr la permanencia en Primera División en los partidos que quedan por delante.

El Presidente Ogarrio habla de que ganando los 5 partidos nos salvamos y acepta que la responsabilidad es suya por las decisiones tomadas, sin embargo, me parece que no dijo nada que no supiéramos y el el hecho de que acepte sus errores no nos sirve a nosotros, ni al equipo, ni a él mismo. Por si fuera, parece ridículo que hable de ganar 5 partidos consecutivos cuando únicamente hemos sido capaces de ganar 3 partidos y de marcar 6 goles en 12 jornadas.

El viernes parecen haber muerto nuestras esperanza y por ello al terminar el partido no quería saber nada, no quería hablar con nadie y quería olvidarme de Necaxa y su situación. El sábado y domingo fue igual, pasé de la desilusión al enojo y de regreso en innumerables ocasiones, quería odiar a Necaxa, quería olvidarme de Necaxa y quería dejar de querer a Necaxa. Sin embargo, simple y sencillamente no podría hacerlo, nisiquiera intentarlo

Si hiciera algo de lo mencionado, probablemente dejaría de ser yo mismo. Negar a Necaxa sería como negarme a mi mismo y decir que no lo quiero sería como decir que no me quiero o que no quiero a mi ciudad, a mi familia o a mis amigos. Quiera o no, Necaxa ha sido parte de mi vida desde que tengo uso de la razón. Si, ese niño que oía hablar del 'aguerrido' Necaxa y que creció queriendo sus colores y su camiseta hoy tiene 26 años como necaxista y el pretender borrar todos esos años sería más que una falta de respeto, un insulto hacia mi y hacia lo que he vivido.

He hablado con algunos amigos sobre lo que hemos vivido con el equipo y sobre lo que nuestra afición nos ha brindado. Todos coincidimos en que nos gustaría ser uno de esos aficionados que se ponen la camiseta y que dicen que le van a Necaxa pero que no saben bien a bien ni como va, ni contra quien o cuando juega su próximo partido. Seguramente, siendo así nos dolería menos ver al equipo en esta situación, aunque en contraparte el no ser de esos aficionados han hecho que disfrutemos más los buenos momentos que el equipo nos ha regalado a través de los años.

Hoy quisiera decir que nos vamos a salvar, pero prefiero ser realista y aceptar que nuestra suerte está echada. Prefiero no hacerme falsas ilusiones y con la camiseta bien puesta -tal como ha sido toda mi vida- apoyar a mi equipo sin importar en que liga juegue, esperando que de nueva cuenta sea un breve receso de las 'grandes ligas' del futbol mexicano.

Awante Neca!

Pd. Un saludo para mi carnal Borre, en verdad me sirvió la plática del domingo. Gracias.