Se llegó al famoso «un día después» y muchos aficionados se preguntan, qué es lo que viene para el Necaxa luego que terminaron con la sarta de especulaciones, anhelos y sueños virtualmente inalcanzables, simplemente porque no se veía por qué reducto se podría colar el equipo hacia la permanencia.
Sería bueno conocer a cuántos jugadores se les termina el contrato y quiénes se quedarán para el siguiente torneo.
Pero sería mejor todavía que el plantel se conservara y que se comprometieran juntos a buscar rehacer su vida deportiva para alcanzar el retorno a la mayor brevedad posible, aplicando el concepto de que si ellos tuvieron la culpa de la estrepitosa caída, pues que sean ellos mismos quienes se encarguen de enderezar el barco.
En este momento de viscosidad mental, ni el propio presidente Roberto Muñoz sabe de su futuro, el técnico Raúl Arias está en espera de alguna notificación, igual los jugadores que tienen prolongación en su contrato, pero será hasta que se defina la situación entre la directiva necaxista y el despacho jurídico de Televisa, para conocer qué sucederá a corto o mediano plazo.
Lo cierto es que todo iba bien hasta que le ofertaron la presidencia de la Federación Mexicana de Futbol a Justino Compeán; desde que dejó ese cargo aquí, inmediatamente después desfilaron los «cuates» con las riendas del club en las manos, sin tener la experiencia, la capacidad y el «colmillo» que se requiere para entregar buenas cuentas y ahí están los resultados.
Se trata de un problema de dimensiones incalculables, porque un descenso aparte del desprestigio, permite el «ventaneo» de los jugadores etiquetados como incapaces o mediocres sólo porque no pudieron evitar esa caída a Primera «A».
Otro asunto es el relacionado con la devaluación tanto deportiva como monetaria, toda vez que la franquicia pierde prácticamente su cotización y la reduce a cualquier cosa; alguien ha comentado que costaba quince millones de dólares y ahora tiene valor de apenas un millón de billetes verdes.
Fue sin querer queriendo el último viaje que hicieron los jugadores en avión de Aguas al Distrito Federal y regreso; en Primera «A» es muy raro que los movilicen igual, primero porque no hay recursos y segundo porque simplemente no se lo merecen.
Es bueno saber qué pasará con el grupo que colabora con Raúl Arias, de los elementos que tendrán continuidad en la institución, si el mismo equipo seguirá en Aguascalientes bajo el riesgo de que si antes no asistía la gente convencida, ahora será patente el poco interés por asistir al Estadio Victoria.
Necaxa se metió en un problema que él mismo se buscó, de eso no hay duda; después de Justino Compeán, desfilaron cuatro presidentes e infinidad de jugadores, algunos contratados como refuerzos, pero para la banca como el caso del «Grillo» Biscayzacú, sólo para referir uno y otro más reciente, el de Germán Villa, tampoco tuvieron mucho juego el «Chacho» Coudet, Diego Cervantes, Insúa quiso recuperar el tiempo perdido, Alfredo Moreno sin dar el ancho en la ofensiva y bueno, quien de plano fue un fiasco fue Carlos Pavón, quien ni siquiera cien gramos de gol alcanzó y no se entiende que lo trajeron para eso y que en cambio el novato Ezequiel Orozco sin tanto aspaviento haya marcado el número uno en su vida con el primer equipo.
Pero no sólo siguen esas interrogantes, cuando hay otras inquietudes que de momento no les vemos respuesta, por ejemplo, se acabó la chamba para los cien cubeteros, para los boleteros, para los inspectores, a los vendedores, a los encargados del mantenimiento de la cancha -que deben seguir por supuesto- para los prepotentes del grupo de Seguridad Omega, los vigilantes, aunado a los «changarros» que se ponían fuera del Estadio Victoria cada quince días de frituras, alimentos y venta de ropa deportiva.
Y de la casa club, también hay grupos de empleados manejados por una empresa que se encargan de la lavandería, del comedor, del mantenimiento, del aseo y también cuentan con su renglón de vigilancia asignando elementos a distintas áreas de ese lugar, sin olvidar área de prensa, logística, administración, etc., pensando que ya no le brindarán la misma atención que al primer equipo.
¿Qué tipo de medidas estratégicas adoptará el Patronato de Fomento al Futbol de Aguascalientes para afrontar la gran cantidad de demandas que entablarán los dueños de los palcos, plateas y otras secciones?
¿Qué le van a responder a los principales patrocinadores con quienes se entabló un contrato de exclusividad, por ejemplo la marca de ropa deportiva, la empresa láctea local, la refresquera y la cervecera que inclusive compró el nombre del estadio al parecer por veinticinco años?
Sin duda que se viene una enorme cascada de problemas, en donde el Patronato tendrá la obligación de resolver o en su caso... quienes están atrás.
Y mire usted, que sin querer queriendo llegamos a «un día después», donde ya ni llorar es bueno.
Finalmente, si hasta el sábado por la tarde el reto de los Rayos constituía en mantenerse en Primera Nacional, ahora el objetivo debe ser el buscar el ascenso en el menor tiempo posible.
Se rumora que el equipo se irá a exhibir sus vergüenzas a otro lado y que existe la posibilidad que venga un Gallos de Querétaro -una verdadera quimera porque ¿a qué vendría un equipo de Primera «A»?, porque como plan «B» se estaba haciendo un enroque previo con sus directivos, pero no hay que adelantarnos a la rumorología, mejor darle el tiempo al tiempo y que se vayan desprendiendo las siguientes noticias, que ojalá sean más alentadoras, porque estas recientes.. uff.
Fuente: Hidrocalido Digital
Sería bueno conocer a cuántos jugadores se les termina el contrato y quiénes se quedarán para el siguiente torneo.
Pero sería mejor todavía que el plantel se conservara y que se comprometieran juntos a buscar rehacer su vida deportiva para alcanzar el retorno a la mayor brevedad posible, aplicando el concepto de que si ellos tuvieron la culpa de la estrepitosa caída, pues que sean ellos mismos quienes se encarguen de enderezar el barco.
En este momento de viscosidad mental, ni el propio presidente Roberto Muñoz sabe de su futuro, el técnico Raúl Arias está en espera de alguna notificación, igual los jugadores que tienen prolongación en su contrato, pero será hasta que se defina la situación entre la directiva necaxista y el despacho jurídico de Televisa, para conocer qué sucederá a corto o mediano plazo.
Lo cierto es que todo iba bien hasta que le ofertaron la presidencia de la Federación Mexicana de Futbol a Justino Compeán; desde que dejó ese cargo aquí, inmediatamente después desfilaron los «cuates» con las riendas del club en las manos, sin tener la experiencia, la capacidad y el «colmillo» que se requiere para entregar buenas cuentas y ahí están los resultados.
Se trata de un problema de dimensiones incalculables, porque un descenso aparte del desprestigio, permite el «ventaneo» de los jugadores etiquetados como incapaces o mediocres sólo porque no pudieron evitar esa caída a Primera «A».
Otro asunto es el relacionado con la devaluación tanto deportiva como monetaria, toda vez que la franquicia pierde prácticamente su cotización y la reduce a cualquier cosa; alguien ha comentado que costaba quince millones de dólares y ahora tiene valor de apenas un millón de billetes verdes.
Fue sin querer queriendo el último viaje que hicieron los jugadores en avión de Aguas al Distrito Federal y regreso; en Primera «A» es muy raro que los movilicen igual, primero porque no hay recursos y segundo porque simplemente no se lo merecen.
Es bueno saber qué pasará con el grupo que colabora con Raúl Arias, de los elementos que tendrán continuidad en la institución, si el mismo equipo seguirá en Aguascalientes bajo el riesgo de que si antes no asistía la gente convencida, ahora será patente el poco interés por asistir al Estadio Victoria.
Necaxa se metió en un problema que él mismo se buscó, de eso no hay duda; después de Justino Compeán, desfilaron cuatro presidentes e infinidad de jugadores, algunos contratados como refuerzos, pero para la banca como el caso del «Grillo» Biscayzacú, sólo para referir uno y otro más reciente, el de Germán Villa, tampoco tuvieron mucho juego el «Chacho» Coudet, Diego Cervantes, Insúa quiso recuperar el tiempo perdido, Alfredo Moreno sin dar el ancho en la ofensiva y bueno, quien de plano fue un fiasco fue Carlos Pavón, quien ni siquiera cien gramos de gol alcanzó y no se entiende que lo trajeron para eso y que en cambio el novato Ezequiel Orozco sin tanto aspaviento haya marcado el número uno en su vida con el primer equipo.
Pero no sólo siguen esas interrogantes, cuando hay otras inquietudes que de momento no les vemos respuesta, por ejemplo, se acabó la chamba para los cien cubeteros, para los boleteros, para los inspectores, a los vendedores, a los encargados del mantenimiento de la cancha -que deben seguir por supuesto- para los prepotentes del grupo de Seguridad Omega, los vigilantes, aunado a los «changarros» que se ponían fuera del Estadio Victoria cada quince días de frituras, alimentos y venta de ropa deportiva.
Y de la casa club, también hay grupos de empleados manejados por una empresa que se encargan de la lavandería, del comedor, del mantenimiento, del aseo y también cuentan con su renglón de vigilancia asignando elementos a distintas áreas de ese lugar, sin olvidar área de prensa, logística, administración, etc., pensando que ya no le brindarán la misma atención que al primer equipo.
¿Qué tipo de medidas estratégicas adoptará el Patronato de Fomento al Futbol de Aguascalientes para afrontar la gran cantidad de demandas que entablarán los dueños de los palcos, plateas y otras secciones?
¿Qué le van a responder a los principales patrocinadores con quienes se entabló un contrato de exclusividad, por ejemplo la marca de ropa deportiva, la empresa láctea local, la refresquera y la cervecera que inclusive compró el nombre del estadio al parecer por veinticinco años?
Sin duda que se viene una enorme cascada de problemas, en donde el Patronato tendrá la obligación de resolver o en su caso... quienes están atrás.
Y mire usted, que sin querer queriendo llegamos a «un día después», donde ya ni llorar es bueno.
Finalmente, si hasta el sábado por la tarde el reto de los Rayos constituía en mantenerse en Primera Nacional, ahora el objetivo debe ser el buscar el ascenso en el menor tiempo posible.
Se rumora que el equipo se irá a exhibir sus vergüenzas a otro lado y que existe la posibilidad que venga un Gallos de Querétaro -una verdadera quimera porque ¿a qué vendría un equipo de Primera «A»?, porque como plan «B» se estaba haciendo un enroque previo con sus directivos, pero no hay que adelantarnos a la rumorología, mejor darle el tiempo al tiempo y que se vayan desprendiendo las siguientes noticias, que ojalá sean más alentadoras, porque estas recientes.. uff.
Fuente: Hidrocalido Digital
Gracias a Motorayo por el link
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