No podía dejar de escapar esta ocasión para expresar la inmensa felicidad que siento por el título de la Liga de Ascenso conseguido por los nuevos Hidrorrayos del Necaxa, dirigidos por Omar Arellano, un técnico que sabe de futbol, que está rodeado de un gran cuerpo técnico, pero sobre todo, de una persona de diez. Yo tuve la suerte de conocer a Omar prácticamente desde que nací, hace ya 20 años, en la hermosa cuidad de Guadalajara, Jalisco. Muchos de ustedes lo saben, pero igual los más jóvenes no: mi padre jugó en las Chivas Rayadas del Guadalajara durante cinco años. Tras la primera temporada, en el mes de agosto, nací yo, y dicen que las primeras palabras que dije fueron: “Arriba las Chivas”. La verdad es que yo no me acuerdo. Pero bueno, dejando un poco de lado la historia familiar, hice esta pequeña introducción para explicarles cómo conocí al hombre al que dedico esta columna, Omar Arellano Nuño.
Al ser mi padre y Omar compañeros en Chivas, empezó una relación de amistad entre ellos que dura hasta el día día de hoy, obviamente involucrando a la familia Arellano Riverón con la mía (con la casualidad de que en ambos casos somos tres hijos varones). Por eso quiero dedicarle este pequeño homenaje, por el gran paso que dio el sábado pasado, alzándose con el título de la Liga de Ascenso Apertura 2009, al imponerse por 4 a 3 en el marcador global al Irapuato.
Recuerdo cuando mi “queridísimo” presidente lo sacó por la puerta de atrás de las Chivas, poniendo en riesgo su futuro como director técnico, y aún así, Omar, uno de los tipos más correctos, mesurados y amables que hay en el futbol mexicano, decidió no “echar más leña al fuego” y buscarse la vida fuera del chiverío.
Los Hidrorrayos del Necaxa se fijaron en él y decidieron que comandara el buque de vuelta a Primera División. El sábado pasado el tiempo les dio la razón. Con el título del Apertura bajo el brazo, Omar y toda la gente necaxista está saboreando el regreso a Primera, ahora sólo queda redondear la faena en el Clausura y devolver al Necaxa al lugar que se merece.
Señor Vergara, apúntese otro error.
Al ser mi padre y Omar compañeros en Chivas, empezó una relación de amistad entre ellos que dura hasta el día día de hoy, obviamente involucrando a la familia Arellano Riverón con la mía (con la casualidad de que en ambos casos somos tres hijos varones). Por eso quiero dedicarle este pequeño homenaje, por el gran paso que dio el sábado pasado, alzándose con el título de la Liga de Ascenso Apertura 2009, al imponerse por 4 a 3 en el marcador global al Irapuato.
Recuerdo cuando mi “queridísimo” presidente lo sacó por la puerta de atrás de las Chivas, poniendo en riesgo su futuro como director técnico, y aún así, Omar, uno de los tipos más correctos, mesurados y amables que hay en el futbol mexicano, decidió no “echar más leña al fuego” y buscarse la vida fuera del chiverío.
Los Hidrorrayos del Necaxa se fijaron en él y decidieron que comandara el buque de vuelta a Primera División. El sábado pasado el tiempo les dio la razón. Con el título del Apertura bajo el brazo, Omar y toda la gente necaxista está saboreando el regreso a Primera, ahora sólo queda redondear la faena en el Clausura y devolver al Necaxa al lugar que se merece.
Señor Vergara, apúntese otro error.
Fuente: exonline.com.mx
2 Comentarios
"... ahora sólo queda redondear la faena en el Clausura y devolver al Necaxa al lugar que se merece..."
ResponderEliminary lo dice un Chiva, la neta que la Primera sin el Neca no es la misma.
claro ke no, pero para el año ke entra el Necaxa estara de regreso
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