Por Taker
No, no me estoy adelantando. De hecho, quizá yo sea de los aficionados más reservados y más serenos en estos momentos como para reconocer que nada está ganado y que aún falta mucho camino por recorrer en nuestra lucha por permanecer en Primera División.
Si, estamos pasando por un gran momento, el equipo está entregado y la buena racha es más que evidente, sin embargo hay que ir partido por partido y sin cantar victoria antes de tiempo.
Hoy no podemos hacer supocisiones en base al clásico "Y si...". No, no podemos pensar y hacer cuentas sobre que pasará si ganamos 1 o 2 partidos o si nuestros rivales pierden determinado encuentro. Como dije antes, hay que ir paso a paso y por lo pronto esta semana tenemos que pensar en Cruz Azul y nada más. Después vendrán Monterrey, Puebla o los que sean, pero esta semana es pensar en que el equipo pueda continuar su buen paso en el Estadio Azul.
Pese a creer que aún cuando falta mucho camino y la situación del equipo en la tabla porcentual no está salvada, también podemos pensar en que vamos a lograr el objetivo gracias a la renovada cara que nos ha mostrado el equipo y que es completamente opuesta a la que nos había mostrado desde el torneo anterior. El equipo juega bien, se entrega en cada jugada y parece estar comprometido con la institución, con la camiseta, con su afición y con su técnico.
Precisamente el técnico es el tema central de este texto. Sergio Bueno llegó entre la incredulidad de muchos, en medio de dudas sobre si él era el indicado para dirigir a un equipo que parecía muerto y que tenía ya un pie en la Liga de Ascenso. Un equipo que parecía no tener capacidad para responder y que estaba perdido.
Afortunadamente -tal como muchos creíamos- la llegada de un nuevo técnico, fuera el que fuera, sería un revulsivo y una inyección anímica en un grupo que la directiva tuvo a bien partir -no a propósito, fue estupidez pura- cuando echaron a Omar Arellano. Los jugadores parecían no querer jugar y aún cuando son profesionales no podemos culparlos del todo después de lo que se ha mencionado del trabajo de grupo del anterior técnico, mismo del cual ya no tiene caso hablar.
Sergio Bueno parece haber hecho click con los jugadores, con los resultados, y por ende con la afición. Es cierto que el día de hoy no ha ganado nada dentro del terreno de juego pero 4 partidos le han bastado para ganarse el respeto de los aficionados y nuestro reconocimiento hacia el trabajo que ha realizado. Sergio revivió a Necaxa y nos tiene en pie en nuestra lucha, nos ha entregado a un equipo ofensivo, a uno que no baja los brazos. Gracias Sergio, queremos quedarnos en Primera y que tu estés con nosotros el próximo torneo.
Awante Neca!
2 Comentarios
chingon tu texto, Taker. Stamo en el mismo canal
ResponderEliminarjajajajaajaj pendejo
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