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Aniversario 88 | Mi Historia

Por Murdok Heras.

Sería una tarde de otoño del ’94 cuando nos encontrábamos, como era usual para un sábado cualquiera, en casa echándola a gusto en familia cuando en la tele anunciaban el inicio del fútbol en el Estadio Azteca.

Necaxa recibía a los Tecos de la UAG, que así se llamaban cuando aún no estudiaban. No recuerdo bien cómo surgió la idea, en una de esas fue por ocurrencia de mi hermano (tres años menor que yo) que ahora difícilmente ve un partido completo en la tele. La cosa es que, de pronto se nos ocurrió lanzarnos al estadio.

Mi padre nos llevó de volada, servía lo relativamente cerca que vivíamos de Santa Úrsula, aunque salimos de casa cuando ya había empezado el primer tiempo. Tengo borrosos los detalles de cómo conseguimos los boletos, que seguramente mi padre pagó una bicoca por su entrada, pues mi carnal y yo pasamos gratis (gracias Enrique Borja). Una de las emociones más grandes en mi vida fue correr por el túnel de acceso número treinta: frío, oscuro, con esa pestilencia distinta y particular al cual me tendría que acostumbrar con los años. Al fondo el resplandor verde que me dejaba imaginar el empastado sagrado. Quería correr pero el regaño de mi padre me detuvo, pues ahí iba mi hermanito detrás de mí queriendo hacer lo propio. El panorama verde iba creciendo, los ruidos de la gente aumentaban así como lo hacía mi palpitar. Estaba ahí.

La bajada de escaleras me obligaba a bajar la mirada, pero yo no quería, pues no podía dejar de mirar esa cancha que se veía tan pero tan pequeña comparada con lo que yo veía en la tele, eso fue lo primero que pensé. Paso seguido, el Coloso, imponente y devorador que me rodeaba. Lo pequeñas que se veían las personas que estaban sentadas en la parte alta –Mira, allá está la cabina dese donde narran el partido para la tele- me señalaba mi papá apuntando igual hacia arriba. Aun estaba la bocina enorme que colgaba cual candil al centro de la cancha.

Mi debut en el Estadio Azteca significó mi bautizo al necaxismo. Me hice necaxista de verdad esa tarde, en un encuentro Necaxa – Tecos, que terminara ganando mi nuevo equipo dos a uno. Algo similar al debut que hizo necaxista al gran Alex. Ahí conocí al equipo que ese año empezarían a hacer historia y tomé a Ivo Basay como mi nuevo ídolo a seguir. Y es que, al salir, no podía faltar comprar las camisetas bara bara, bara bara en los puestos piratas y la mía llevaba ese número 11 en la espalda, mi hermano encontró la 7 en su talla, agregamos una bandera a la cuenta y finalmente, nos tomamos la foto del recuerdo con el estadio al fondo.

Ese verano pude gritar y celebrar con ellos mientras veíamos la final en casa de un compañero de trabajo de mi papá, que le iba al Azul. Sentí que festejé solo, pues mi padre no podía hacer muchos aspavientos y a mi hermano finalmente le valió de poco. Fue un festejo mío, personal y que me comprometía a seguir con esos colores en el corazón. Empezamos con muchas buenas, hoy nos encontramos en crisis y saldremos de ésta juntos, no dejaré de apoyar, no dejaré de asistir al estadio (ahora el Victoria) mientras esté en mis posibilidades, yo no le fallaré al Necaxa.

¿Burlas? Miles hemos aguantado, es parte del show y en particular del necaxismo; pero no podría dejar ni cambiar de equipo, sería tanto como negar mi propia historia.

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5 Comentarios

  1. felicidades , tu comentario me recuerda las impresiones de mi hijo, la primera vez que fuimos al Azteca y le hice la "maldad" de que se volviera necaxista de hueso colorado. Los necaxistas disfrutamos más nuestros triunfos porque son contra viento y marea, contra los equipos contrarios , nuestros directivos , nuestro "dueño" , comentaristas etc etc etc etc . Son triunfos del orgullo , y vendrán más
    Saludos

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  2. No manches murdok me pusiste la piel de gallina, que manera de narrar tu necaxismo, es magnifica la manera en la que muchos nos hicimos necaxistas, saludos

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  3. Necaxista 2003:

    También me pusiste la piel de gallina al ver la primera foto. Yo tengo un par con mi hermano aunque ahora él le va a los pumas. Que padre es que compartan sus historias y ver que los necaxistas en verdad somos muchos. Felicidades por tu historia

    Saludos de tu amigo Necaxista

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  4. rafastxsiemprederayos25 agosto, 2011 15:42

    Que chido leer las historias de cada uno de los que tuvieron el privilegio de ver y estar ahi, en el estadio azteca, yo soy de jerez zac, y Necaxista desde siempre, y recuerdo las burlas de mis hermanos y amigos por irle a un equipo que tenia como mascota a un foco, pero me valía por que ya tenia tatuado en el corazón a mi necaxa.
    Recuerdo con gran alegria cuando se dio a conocer la noticia de que los Rayos se venian para Aguas no lo podia creer por fin veria a mis rayos y mas por que con orgullo me encarge de fomentar el amor por el equipo a mi
    hijo desde que nacio ( hoy tiene 15 años) y la cara que puso la primera ves que estuvimos en el victoria no se me olvida, y es que cada ves que vamos es la misma emocion.
    saludos para toda la banda necaxista
    Fuerza rayosssssssssssss

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  5. creo que la mayoria de necaxistas fuimos echos en esos años ... por mi parte estoy muy lejos del club .. pero mi historia es similar ... quitandole lo del padre y hermano que a ellos no les interesa para nada el futbol...

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