Opinión PR | Miguel Fuentes, del título al fracaso

Por Alex.
@AlexdeRayos

“Todos reclaman los éxitos, pero los fracasos se imputan a uno sólo”
Cornelio Tácito (historiador del imperio romano entre los años 55-120)

Fracaso, palabra o situación que pocas personas son capaces de entender, aceptar e incluso disfrutar; aunque todos la vivamos alguna vez.

El fracaso es una situación tan dolorosa que por sí misma hace que la gente, pese a que en algún momento la experimentamos, no la reconozca, la niegue y la esconda, tal como una adicción; por eso siempre he pensado que dicha situación es de lo más peligroso, porque te hace ser mejor o te termina matando.

Desde el principio de los tiempos hay infinidad de casos buenos y malos, como Michael Jordan por ejemplo, que fracasó una y otra vez y se convirtió en el mejor jugador en la historia de la NBA o, por el contrario, la Selección Nacional de México, que llevan 70 años jugando de la misma manera al futbol, cometiendo los mismos errores y siendo incapaces de una trascendencia.

Hace poco más de un año, llegó a la institución de Necaxa, un individuo que para muchos, fue un 'non grato', Miguel de Jesús Fuentes. Para todos, era un verdadero ridículo que un desconocido así llegara a dirigir el equipo, luego de su reciente separación de Televisa; creímos con la salida de la empresa los problemas estaban solucionados, de inmediato traerían a jugadores de primera división, que amaran los colores para sacarnos del infierno.

El espejismo que se creo no contaba con la inversión que se había realizado, la porquería que se debía arreglar de la anterior administración ni tampoco el nulo arraigo que la institución tenía pese a los años que el equipo ya tenía viviendo ahí. Para complicar el asunto Miguel Fuentes trajo a sus 'cuates' del San Luis y el Celaya y se hablaba de una división de vestidor entre los 'de siempre' y los invasores del 'Profe'

Así, el equipo de Necaxa, sin un plantel espectacular, comenzó su primer torneo sin Televisa, con resultados poco agradables debemos decir. Muchas complicaciones, vivió irregularidad y vergüenzas históricas como el gol a los cuatro segundos. Apenas se había jugado la jornada 1 contra Celaya y por permitir tres goles en casa la cabeza de Miguel Fuentes ya era pedida por algunos,

El torneo transcurrió en la medianía y Necaxa llegó, también por vez primera, a buscar la Liguilla en el último partido, tal como lo hará en el vigente Campeonato. Aquella vez el resultado fue el título conseguido gracias a los jugadores, no al entrenador, porque él sólo debe aparecer en las derrotas; ahí es cuando si existe el banquillo y la responsabilidad.

El segundo torneo el balance fue exactamente el mismo. Los puntos fueron los mismos, la diferencia fue que se califico en quinto, la máxima posición a la que aspira Necaxa en el vigente torneo. Las semifinales fueron el fin para los Rayos a espera del juego por el ascenso; sin embargo, se había ya fracasado en la primera oportunidad.

En la segunda, el fracaso fue mayor, porque la Primera División se alcanzaba, se rozó con los dedos y se tocó por un instante, cuando en el juego de ida, Necaxa arrancó el empate en Culiacán; al final, no sucedió.

Para este torneo, todo comenzó bien, incluso se jugó mucho mejor con los refuerzos que llegaron, un equipo más lúcido y capaz nos hacía pensar que antes de la fecha 15, el boleto estaría asegurado. Sin embargo, pasaron cosas dentro y fuera de la cancha, situaciones anormales que sin darse cuenta, mermó en cada uno de los involucrados en el equipo y lejos del espejismo que nos inventamos, se logró una histórica racha de cuatro juegos perdidos, que hizo finalmente que ese tipo no querido, se fuera, causando el festejo de millones que suelen pensar, o entrar en el lugar común, que el Técnico es el problema de una institución que lleva años enferma pese a que hay nuevas riendas en ella.

Miguel Fuentes se fue, con números medianos, sin algo sobresaliente en la estadística, pero con dos cosas muy valiosas: un título, que podrán achacárselo a la suerte y a los jugadores, pero que él, para desgracia de sus 'Haters', estuvo en el equipo y eso lo pone encima, por lo menos, de todos los técnicos que han dirigido al equipo en la categoría de ascenso quitando a Omar Arellano. Lo segundo y más importante: el fracaso.

El fracaso de Miguel Fuentes como técnico de Necaxa tiene muchas vertientes, su despido, para desgracia de los que creen que fue porque escucharon a la afición, fue más por el miedo al fracaso; no entrar a la Liguilla es algo que pone a temblar no sólo a la gente del equipo, sino a nosotros como afición, a los medios de comunicación y a la misma ciudad. Me queda claro que durante este año y medio vivió quizá el peor estrés de su vida y que absorbió un aprendizaje de lo que no quiere volver a sentir que cuando vuelva a dirigir a un equipo (seguramente muy pronto porque el tener un título y el nombre de Necaxa en el Currículo le da bastantes puntos) su comportamiento dentro y fuera de la cancha tendrá algunos, tal vez muchos, cambios.

Lo malo, es que con el fracaso de Miguel Fuentes como entrenador, también el fracaso es de todos, unos se sienten ganadores porque por fin 'lograron' que el 'non grato' se fuera, otros ya estarán pensando en la llegada de ídolos al banco, sin entender que no es lo mismo ser una estrella en el campo que un entrenador de un equipo de futbol y algunos más nos preguntamos cuál es la razón de correr a alguien a una fecha de terminar todo y cuando te vas a jugar todo en campo ajeno, con DT nuevo y muchas bajas de juego; esto no quiere decir que el cambio no sea para bien y que al final Necaxa saque el compromiso de forma contundente.

El proyecto, seguirá igual, lo único que cambio es la estrategia (por así decirlo) pero el tema es el mismo: ascender en tres años. Aquí mi problema no es que corran a Fuentes o no, porque yo apoyaré a quien venga después así sea el chavo que vende Hot Dogs afuera del Victoria, sino que percibo más dudas, temores e incluso debilidades en el equipo en todos sus niveles cuando debería ser completamente al revés y eso no es culpa de Miguel Fuentes, sino de un aspecto mental que yo siempre he manifestado que se debe trabajar, en todos los niveles de la organización, con ayuda profesional  para que en verdad se vuelvan a creer que son el equipo más completo de la división y la presión que existe se convierta en motivación.

El primer ensayo y error de este proyecto fue un fracaso, sin embargo a partir de aquí se tienen dos salidas, aprovechar, aceptar y aprender o dejarse morir ante las oportunidades que el sistema de competencia, por bondadoso, te brinda. Con Fuentes o sin él la victoria ante Murciélagos es una obligación.

El dar tiempo para exigir está en cada uno de ustedes, solamente quiero recalcar que ante este primer fracaso dentro del camino, llegará un nuevo 'volante' que se tendrá que adaptar y eso tomará tiempo; mucho menor al que tuvo el primer intento y en ese sentido la directiva tendrá que entender que mientras más tiempo pasen aquí en el ascenso, la presión subirá y subirá.

Terminó la era Fuentes, técnico que dejó un título; para mí su más grande error fue despertar la ilusión de millones, que aunque no lo digan, ni acepten, veían muertas esas esperanzas de llegar, otra vez a primera división y cuando todo ese maravilloso sueño se rozó, el golpe del desencanto fue tan demoledor, que por más que hubiese hecho, ese error, para la hermandad necaxista, fue una herida fatal.

Viéndolo así, la era Fuentes funcionó para recordar que de sueños se vive y que los fracasos existen y tampoco pasa nada, uno se sacude y sigue el camino hacia su objetivo. En lo personal no tengo nada contra él, le agradezco el Campeonato y la Final de Ascenso, por lo demás, lo que importa es el proyecto y éste, debe estar siempre por encima de cualquier cosa, excepto, la misma institución.