Desde el Palco de Mürdok | Dejando atrás el frío

Por Mürdok Heras.

@MurdokHeras

El invierno se diluye en Aguascalientes, pues acaso se siente fresco el ambiente en el Estadio Victoria, para recibir a un conjunto tamaulipeco que llegaba pretendiendo mantenerse en los primeros puestos de la competencia. Un rival directo, como se conoce, pues igualaba en números a nuestros rayos, por lo que pintaba para ser un encuentro interesante.

Necaxa había empatado a cero en su última presentación en casa ante los oaxaqueños y la extraña derrota en tierras morelenses ponían presión para sacar los tres puntos esta noche; pero más allá de eso, estaba la tarea pendiente de convencer a la afición de la dinámica y estilo de juego que su equipo debía mostrar.

La Copa está siendo una sorpresa después de varias ediciones en las que solo se arrastraba el nombre. El profe Sosa había asegurado que buscarían ambos torneos y tras el agónico triunfo conseguido a media semana parecía que podíamos volver a creerle. Pero a fin de cuentas la Copa poco importa, lo que nos interesaba era que nos convenciera el conjunto de liga.

El reto crecía pues las expulsiones que tiñeron de rojo a los Rayos en Zacatepec obligaban al profe a hacer una rotación en sus fichas. Además, las grandes actuaciones de la Pulga Gomez y de Jahir Barraza exigían que se les tomara en cuenta como titulares en liga.

Sosa lo entendió así e hizo los ajustes necesarios en su hasta ahora inamovible cuadro inicial. Ramos era la primera modificación, pues Mario De Luna sigue en recuperación por lesión y el capitán Padilla estaba suspendido. Luego, los tres de medio campo incluían a un Alejandro Vela un tanto más retrasado, para darle su puesto como extremo izquierdo a Barraza, dejando al venezolano en la extrema derecha, en lugar de Isijara. Esta modificación también provocó que Luis Felipe Gallegos iniciara viendo el partido desde la banca.

Ya con el partido en juego, empezaron los movimientos en campo y Sosa dejó en punta a Barraza, con Prieto un poco más atrás y dejó como extremos a Jesús Gómez y Vela. La Pulga se devoró desde el primer instante a sus marcadores. Todo el juego pasaba por él. Cuando Vela llegó a intentarlo, poco logró, así que el ataque de pronto se limitaba a abrir el juego por derecha, con la llegada de Beckeles y el desborde pulgoso para buscar al centro a los rematadores.

Hubo mucho más intentos de disparo de media distancia que en partidos anteriores. Pero nada funcionó para perforar las redes de la visita quien, por cierto, había ganado el volado y obligado a los rayos a cambiar la tradición de iniciar atacando la portería norte. Mañosos pues, desde ahí y todo lo que pudieron. Más aún cuando lograron la ventaja en un gol de muy buena manufactura. A hacer tiempo, a provocar al rival y jugar con la desesperación.

Ciertamente parecía injusto que Necaxa se fuera perdiendo al primer tiempo, puesto que había estado muy cerca de adelantarse y bastó una desatención para encontrarse abajo. Tan fue así, que los rayos se fueron entre aplausos al descanso, por parte de la afición que, aunque tardó en llegar (como es costumbre) hizo buena entrada en el Vicky.

Finalmente Poncho Sosa hizo el cambio, salió Alejandro Vela con muy discreta actuación para ceder su sitio a Gallegos, quien respondió de gran manera. El ataque se equilibró pues ahora, se buscaba llegar por ambas bandas. De pronto el ambiente apestaba a gol. Cuando por fin, la Pulga recibe el merecido premio y abrió la cuenta para la localía con un disparo de castigo que, a mi parecer, dejó ir groseramente el arquero emplumado.

Luego salió Prieto para dejar su sitio a un Oscar Fernández que parecía venir a la baja. Cuestión de segundos para que hiciera un desborde que dejó en Babia a los defensas y metió soberbio disparo para dar la voltereta. Ya solo fataba el de Jahir, que anda en plan supremo y hace su segundo gol en la misma semana.

A final de cuentas, las ganas, el hambre de los necaxistas coperos que están demandando a gritos se les considere como titulares es lo que sacó del hoyo a los rayos en este encuentro. Con eso me quedo, puesto que se le volvió a ver dominante, espectacular incluso.

A mi parecer el cierre del partido de copa ante Monarcas encendió el fuego que prendió a la tribuna desde el inicio para este partido de liga. El estadio apoyó a los rayos (hay que decirlo) como pocas veces para un encuentro de torneo regular. El equipo respondió y logro dejarnos claro que el invierno ha pasado, que se viene el calorcito, el olor a feria y a celebración.

Oigan y a todo esto... ¿Y los minutos de menores? Bueno, nos faltan aún 423 minutos por cubrir. ¡Aguas!