Análisis Rojiblanco | El Huésped Incómodo

Por PacoRayo.

Los Rayos se presentaron en el Andrés Quintana Roo, como huéspedes de los Potros de Hierro del Atlante en las Semifinales, un huésped que le ha traído muchos problemas en su casa, celebrando una nueva edición del “Clásico Añejo” en el Centenario de los locales.

Necaxa jugó con un 4-3-3, con Yosgart en la puerta, Beckeles, De Luna, González y Vera en la saga, en medio campo Michel, Báez y Gallegos, delantera con Isijara, Prieto y Barraza, aunque cuando se defendía Isijara y Barraza apoyaban a los como volantes, lo que formaba un 4-5-1.

Al iniciar el encuentro, el cuadro de Aguascalientes traía la mente aun en el camión cuando la primera se presentó para los azulgranas en una buena jugada donde el artillero rival quedó frente al arco, pero gracias a nuestro aliado “el césped del Andrés Quintana Roo” nos daba la primera de varias ayudaditas al botar raro el esférico y que éste no tuviera buen contacto con el mismo, el cual salió hasta chillando. Gracias a nuestro nuevo amigo verde, se pudo recuperar el balón en un par de ocasiones por los resbalones de los locales, ¿quién entenderá tal ironía, que ni el césped quiere a los Potros en Cancún?.

Necaxa logró apaciguar los impulsos locales, con las líneas compactas y ejerciendo una presión asfixiante en la salida de los Potros, lo que complico el juego local y terminó por perder el balón para cederlo al visitante en base a su buen juego, que pronto significo el acercamiento al arco a través de Prieto en una jugada individual, donde se saco a varios rivales de encima pero el impacto de Rodrigo encontró el cuerpo del cancerbero. Después un buen pase filtrado de Báez para Barraza, quien quedó solo frente al arco y desperdició su cabezazo encima del arco de los cancunenses, que de haber picado el remate, quizá nuestro aliado verde nos hubiera hechado la mano.

La primera mitad culminaba con ventaja para los Rayos, en lo anímico, lo futbolístico y por la posición en la tabla, aunque no en la pizarra. El equipo se veía sólido, a tal grado que Yosgart pasó tan inadvertido como la afición azulgrana, ya que se escuchaban mas las órdenes de Sosa que el grito homofóbico de los locales.

La segunda parte arranco ahora sí, reflejando en la pizarra el primero para los nuestros, gracias a un buen filtro para Isijara, quien aprovechó una mala marca al no encontrar adversario hasta el área y gracias a la fortuna del “Ratón” al enviar un pase y una mala fortuna de Marroquí tras un desvió terminó por romper la jícara a la que tanta agua le caía, el primero para los nuestros.

Atlante no aparecía y la misma fórmula minutos después, un filtro que parecía escaparse por la línea de fondo alcanzado por la velocidad de Isijara, quien mandó un excelente centro para un desmarcado Prieto daba los dos de ventaja y en calidad de visitante para los Rayos.

Me agradó mucho la propuesta de juego del Profe Sosa, porque ésta vez sí trajo una propuesta, tal vez no espectacular, pero si muy efectiva, porque de a poco le fue ganando terreno a los locales, les fue comiendo el campo hasta acorralarlos en su propia área, nulificó tanto a Prono como a Hachen, quienes eran unos espectadores azulgranas más en el Estadio, que buena falta hicieron por cierto.

La defensa se vio sólida, tanto por aire como por ras de pasto, salvo un par de cabezazos que no supo aprovechar Enzo Prono, ésta siempre supo en qué momento salir jugando y cuando romper, fue raro ver un balón comprometido y el medio campo hacia ver los errores rivales al recuperar muchos esféricos, el equipo jugó con corazón y garra, incluso Beckeles se daba tiempo para presionar, jugar y atacar, se le vio muy suelto y eso le dio juego al “Ratón Isijara”, quien aprovechó de maravilla la ausencia de “la Pulga" y que para mí fue el hombre del partido, y eso vaya que es noticia, porque no aparecía desde la eliminación en la Cruzazuleada, y yo que pensé que lo habían olvidado en el Azul.

Ya para los últimos 20 minutos “Los Prietitos” tuvieron que arriesgar porque la derrota por 2 goles los obligaba a ir por 3 de diferencia en el Victoria y en el último minuto de compensación tras un tiro de esquina y un error de Yosgart que dejo el balón botando para que el ex americanista Tony López solo empujara para darle vida a los locales.

Con éste resultado los Rayos podrían perder hasta por un gol en la vuelta, pero los que festejan el Centenario demostraron que pese a los pronósticos son capaces de lograr el resultado que necesitan en patio ajeno, como los “Cajetereros del Celaya” que la cajetearon ante su gente, es por eso que éste triunfo no deja de ser bueno para los nuestros, pero dada las circunstancias en que termina el juego, sabe un tanto insípido y Necaxa se ve obligado a hacer un encuentro igual de bueno que éste en casa y no se termine por indigestar como contra los Tamaulipecos.

Ya no contaremos con nuestro buen aliado pastoso en casa, aunque prefiero que nuestro aliado hasta el final, sigan siendo las victorias en “El Victoria”.