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Necaxa, gigante que vive en las penumbras

Ni una temporada invicto ha sido suficiente para que el Necaxa vuelva a llamar poderosamente la atención. Es el actual campeón de la Liga de Ascenso y no perdió en este campeonato.

Su andar en la División le ha hecho recomponer su presupuesto donde ha tenido que recortar casi 50% los salarios respecto de la Primera Nacional y su mejor noticia es que al menos ha duplicado sus asistencias al Estadio Victoria tras conseguir el campeonato la temporada pasada.

Ésta es la historia de un histórico que vive en las penumbras y que este torneo buscará ser de Primera. Casi un año de carencias y los reflectores están cerca.

Luis Alberto Ogarrio Kalb, presidente del equipo, platicó con El Economista y detalló todo lo que un equipo pierde cuando deja de ser miembro de la Primera División, y de entrada, destacó que la nómina de jugadores “implica una reducción importante”.

“Es muy complicado mantener el proyecto, porque en la Liga de Ascenso es una Liga subestimada en el aspecto deportivo. Los ingresos se reducen de forma significativa y los costos operativos siguen. Porque sigues teniendo plantel, viajes, etcétera”, dice.

Voit y Caja Popular Mexicana son los patrocinadores más visibles en su playera. Pero sin duda el presupuesto de las empresas para equipo de ascenso se puede reducir hasta en 85%, dependiendo el equipo y hasta la plaza.

“La nómina en Primera División es mucho mayor a la de una de Ascenso, el armar un plantel en esta División si implica una reducción importante”.

Elementos como Iván Vázquez, Pablo Quatrocchi, Juan Hernández, Carlos Hurtado, Alejandro Castillo, Arturo Ledesma y Luis Alberto Valdez, quienes descendieron con el equipo y se mantienen en la institución.

Lejos de lo que pudiera pensarse, luego de ganar el título de la Liga de Ascenso hace unos meses, Necaxa se mantuvo con los mismos patrocinadores, y hasta vio partir uno con el que vencía su contrato en diciembre, por lo que el logro deportivo no ayudó en lo más mínimo en lo económico.
“Seguimos con los mismos patrocinadores, había un contrato que se venció en diciembre y entonces perdimos uno, pero seguimos con los mismos que en la temporada del título”.

Finalmente, el directivo que espera que sus hidrorrayos asciendan, destacó que en lo que sí han ganado es en la asistencia al estadio, ya que “las entradas promedio han sido entre 7,000 y 8,000 aficionados, el doble de fanáticos que asistían en la Primera División”. Un histórico que ya planea el regreso.

CREDITO:
Carlos Herrera Lizalde / El Economista

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