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Huele a Rayos

Con tanta historia y tantos títulos, es paradójico que Necaxa y León estén jugando su primera Final en una categoría inesperada, la Liga de Ascenso, pero lo verdaderamente sorpresivo fue el 3-0 a favor de los Rayos en el juego de ida por el campeonato del Bicentenario 2010.

Y es el que el líder, los Panzas Verdes, y el sublíder de la competencia se juegan más que el ser campeón. Es el redimensionar su nombre, el darle lustre a sus blasones y el recuperar algo de autoestima, tan golpeada últimamente, al regresar a Primera División .

Por eso, ninguno de los dos equipos se guardó un pique en corto o un tiro, o un esfuerzo extra.

Pero Rayos sacó la ventaja merced a su claridad en el medio campo.

Fue un duelo digno de los mejores equipos de la Liga de Ascenso. Correctamente jugado técnica y tácticamente, y Necaxa ganó por merecimientos propios.

Los Esmeraldas no salieron a defenderse, sino a jugarle de frente a un rival que de ganar esta Final ya no tendrá que enfrentar la Final de Ascenso y dirigiría sus pasos directamente a la Primera División por haber sido campeón, también, del Apertura 2009.

Los locales explotaron de buena manera las bandas con Juan Hernández y Javier Saavedra en la primera mitad, y constantemente terminaron las jugadas. Paulo César 'Tilón' Chávez a los 29 minutos, en un potente tiro raso, y Mauricio Romero a los 39', en un certero cabezazo, marcaron los dos primeros goles del duelo.

Por su parte, León se atoró en un medio campo copado por 'Tilón' y Mosqueda, y pese a que tuvieron un par de chances en ese lapso, erraron en la decisión final Orozco y Ceja.

En la segunda mitad fueron expulsados Alejandro Corona a los 47 minutos y Mateo Figoli a los 82', lo que dejó servido el escenario a los locales para irse con mayor ventaja.

Pero León, lejos de amedrentarse y de echarse para atrás, se fue al frente y trató de acortar la distancia por todos sus medios posibles, una medida valiente, pero poco práctica, poco inquieto al arquero Pedro Hernández.

El juego aún tenía un sobresalto para el recuerdo antes del silbatazo final. Un estupendo gol de Juan Carlos Mosqueda, que se quitó a cuanto verde le salió, seis hombres, antes de mecer las redes. Una joyita a la medida de la historia de ambos clubes.

Fuente: La Verdad de Tamaulipas

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