Por: José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo.
La venta de Necaxa y San Luis es inminente, la compra es lo que nadie ve muy claro. Televisa empezó a oxigenar públicamente el caso para deshacerse de los equipos que le sobran y en gran medida, cooperan para que el América se canibalice. Hay un problema, a pesar de existir interesados en adquirir ambas franquicias, algunas de las condiciones son caninas. Del precio, primer factor negociable, se manejan cifras irreales.
Cualquier inversión en el futbol mexicano bajo esos números, condenaría a los nuevos dueños a un proyecto de riesgo innecesario. Pero hay otra condición aún mas complicada, quien quiera comprar al Necaxa y San Luis deberá ceder los derechos federativos al América, o sea al Comité de Futbol de Televisa que seguiría manteniendo tres votos en la bolsa para cualquier decisión a su favor.
De esta forma se establece la intención de vender, pero en realidad lo que se plantea es un alquiler. Lo que se busca es un operador comercial. Un modelo de negocio que pueda darle un lavado de cara al mexicanísimo caso de la multipropiedad. Y así, atender a una discreta recomendación de Blatter, al que los escándalos de corrupción empiezan explotarle en las manos. Muy difícil que alguien se anime. Imposible que un empresario o directiva sienta los colores de un equipo si en el fondo no le pertenece, si no goza de independencia, si no puede comprar más que una camiseta, un escudo y algunos jugadores. Lo ideal sería que la Federación Mexicana de Fútbol garantizara y regulara la venta, pero el círculo es tan vicioso, que volvemos a donde estamos. Lo que hay que nacionalizar es la FEMEXFUT. Algunos mensajes llegan tarde, pero siempre llegan, son la salvación para los últimos días del año.
Fuente: Milenio ediciones impresas- La Afición.
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