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El portero de goma y su Necaxa


* Por Daniel Blancas Madrigal.


“Fue una pesadilla”, piensa al despertar. Toma el teléfono y llama a alguno de sus hijos: Jorge o Alejandro, cómplices de un mismo afecto: el Necaxa.

—¿Verdad que el equipo no ha descendido? —pregunta con pesar.

—Todavía no papá, todavía no…

La voz de Jorge Morelos, uno de los más grandes ídolos necaxistas en la portería, es de desdicha. “Voy de pellizco en pellizco, porque no alcanzó a comprender cómo llegó el equipo a esta situación, cómo es que se colocó al borde del precipicio… No lo puedo asimilar”, dice.

El pasado 6 de febrero, durante la última comida anual de viejos necaxistas, en la que convivió con el anfitrión Reynaldo Giacomini, Guillermo “El Diablo” Benumea, Alberto Baeza, Tomás “Fumanchú” Reinoso, Guillermo “Chatito” Ortiz y otros reservistas, el tema principal en la sobremesa fue el peligro del descenso.

“Cada primer viernes de febrero nos reunimos en el restaurante de Giacomini, en Coyoacán, asistimos los sobrevivientes de aquel triunfo imborrable del Necaxa ante el Santos de Pelé, el 2 de febrero de 1961”.

—¿Qué se dijo ahí?

—Sí sabíamos que había peligro, pero todos confiamos en la salvación, nunca imaginamos que llegaríamos a la última jornada del torneo pendiendo de un hilo, con el fuego hasta la cabeza.

Morelos debutó con el Necaxa en 1951, tras haber jugado a nivel amateur con el Moctezuma.

Con los rojiblancos fue campeón de Copa en la temporada 59-60 y titular hasta 1964, cuando firmó para el Atlante.

Se hizo famoso como el Portero de Goma, por sus vuelos y manotazos en el arco. Y también como el hombre del infortunio, porque fue operado en seis ocasiones y cuatro de éstas le impidieron acudir a la selección nacional.

No sale Jorge de su permanente estado de incredulidad: “¿Cómo fue que un equipo con tanta historia, con tanta tradición, seguidores e infraestructura, esté metido en este hoyo?... Hace poco los necaxistas que vencimos al Santos de Brasil fuimos invitados a Aguascalientes, para conocer las instalaciones del club: están hermosas, y qué decir del estadio Victoria, ya hubiésemos querido nosotros tener algo así: andábamos de un lugar a otro, peregrinando, en busca de un lugar dónde entrenar. Los jugadores de hoy lo tienen todo, ¿cómo es posible que acaben con la historia?

—¿Cómo?, ¿cuál es su hipótesis? —se le cuestiona.

—Les gusta el futbol, pero les gusta mucho más el dinero: cambian cinco o seis veces de camiseta, pierden la identidad, no hay cariño por los colores ni por el legado de un equipo. Antes decir Morelos era decir Necaxa, yo duré 13 años y me dolió salir… Ahora andan brincando de un lado a otro, a lo mejor ni saben lo que representa el equipo.

—¿Y qué representa?

—Títulos, recuerdos, historia, polémica, las bases de lo que hoy es este deporte en México. Aquel cuadro de los 11 hermanos, ¡inolvidable! Eran mis grandes idolazos: El Pipiolo Estrada, Casarín, Azpiri, El Pichojos Pérez, Ávila Camarena. Y luego el equipazo conformado por La Bruja Gutiérrez, Llorente, El Picao Arnauda, El Bombero García Vélez… Qué pena. Si Necaxa se va, se va también una de las franquicias más gloriosas de nuestro futbol.

Entre la desazón, lo anima un poco la memoria de aquella victoria sobre Pelé y el Santos…

“Ganamos 4-3. Nadie apostaba por el Necaxa, todo mundo creía que nos arrasarían, pero jugamos con el corazón, como se debe siempre entrar a una cancha, jugamos con garra, con mentalidad ganadora, sin miedo, sin complejos, sólo así es posible dar el mejor partido de la historia, sin importar que el rival sea considerado el mejor equipo del mundo y que venga con un récord de 20 juegos invicto en Europa”.

—Deberían entonces ponerle a los actuales jugadores necaxistas el video de aquel encuentro…

—No tienen otra: deben salir a fajarse y afrontar el partido con amor y vergüenza… y esperar un poco de suerte, para que Tigres no le gane al Morelia.

—Cierran contra el hermano: América…

—Hasta donde a mí me tocó vivir, el futbol es honesto, no hay favores ni concesiones; ambos van a salir por lo suyo.

—¿Cuál es su corazonada?
—Que el equipo se salvará, pero más que corazonada es un deseo, un acto de fe… Y si se queda en Primera, que lo refuercen, pero no con supuestas figuras, sino con hombres que se la partan; que reorganicen la institución y pongan al frente a gente que sepa de futbol, a lo mejor piensan que los viejitos ya no podemos ayudar, pero una opinión valiosa sí la podemos dar.

Jorge Morelos, El Portero de Goma, observará el partido en la misma sala donde cuelgan sus fotografías en blanco y negro, de cuando Necaxa era rival a vencer. Lo hará junto a Jorge y Alejandro, a quienes contagió de la misma pasión, a la espera, dice, de “no terminar como tres tristes rayos"...
* Texto publicado en 2009
Fuente: Acción de Fondo

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3 Comentarios

  1. OOOOOrale, ke buen articulo sacado del baúl de los recuerdos..... tristes recuerdos :(

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  2. El amor al equipo no se pierde. NECAXA POR SIEMPRE

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  3. El original 'portero de goma' fue Navarro del América, en los 30s

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