Fue una noche fría en Aguascalientes, una noche extremadamente oscura, con cientos de aficionados hidrocálidos llenos de confianza, contra un grupo de más de 30 veracruzanos que hicieron el viaje con sus propios recursos y con mucha hambre de triunfo.
Por Antonio Lopez
Notiver.com.mx
Fue una noche fría en Aguascalientes, una noche extremadamente oscura, con cientos de aficionados hidrocálidos llenos de confianza, contra un grupo de más de 30 veracruzanos que hicieron el viaje con sus propios recursos y con mucha hambre de triunfo.
Para entrar al estadio Victoria fue una odisea, seas aficionado o periodista debes tener boleto para ingresar al inmueble, las entradas son supervisadas con alta tecnología que en Veracruz no hay.
Todos los boletos decían: Necaxa del merito Aguascalientes contra los Tiburones Rojos de Veracruz, los hidrocálidos son muy regionalistas y se sienten orgullosos de alojar a los Hidrorayos.
El estadio no es muy grande, apenas para 25 mil aficionados, pero es de los más bonitos que hay en el fútbol mexicano, luciendo su fuente y su juego de luces al ritmo de la música que motiva a los seguidores del Necaxa.
De pronto el sonido local grita como si fuera la última vez “Arriba Aguascalientesennnn” y encuentra respuesta en la gente que corean “Aguas… Aguas” todos se sienten orgullosos de ser hidrocálidos y aficionados del conjunto rojiblanco.
Eran pocos en la barra hidrocálida, pero alentaban con muchas ganas, se escuchaban en todo el estadio, nunca dejaron de cantar, ondearon las banderas sin cesar, y manoteaban al tiempo de los cánticos.
Empezó el partido y Necaxa tuvo las jugadas más claras, Hugo Rodallega puso una en el poste y junto a Ángel Reyna causaron estragos que la defensa jarocha supo contener.
La mala noticia para Aguascalientes llegó cuando se lesiono el volante argentino Walter Gaytan quien tuvo que abandonar el terreno de juego, ahí Veracruz aprovecho la ventaja y ganó terreno, el segundo tiempo acabo mejor.
Atrás de la banca escuala, en las gradas, estaban muy atentos el masajista del equipo Juanito y el entrenador de porteros José de Jesús Torruco, no hacían mucho ruido, pues estaban con sus camisetas y chamarras del Veracruz en medio de los aficionados necaxistas.
Miguel Herrera grito, manoteo, alego con el cuarto arbitro y platico muchísimo con los jugadores suplentes, su auxiliar técnico Santiago Baños estuvo más callado, ambos lucían trajes de primer nivel en el mundo de la moda.
Al medio tiempo apareció la sorpresa de la noche para todos, el delantero mexicano Cuauhtémoc Blanco que juega para el Chicago Fire arranca los gritos y aplausos de todos los aficionados, para ambos equipos jugó y para ambos se brindo, las dos aficiones lo siguen recordando, al igual que la directiva hidrocálida quien le entregó un reconocimiento.
Pegado al futbolista, apareció de la nada misteriosamente el ex directivo de los Tiburones Rojos de Veracruz, el argentino Gustavo Parente, no se le despego, se metió en todas las fotografías y se hace pasar por su representante.
Cuauhtémoc Blanco estará jugando este martes por la noche en Aguascalientes con el Chicago Fire frente a los Hidrorayos del Necaxa, en lo que será el segundo partido amistoso del equipo norteamericano en tierras mexicanas.
En el palco de transmisión de Televisa Deportes, el ex tiburón Adolfo Ríos se encargó de los comentarios del partido, “El portero de cristo” tenía su corazón dividido, tras haber jugado en las dos instituciones.
Para el segundo tiempo los Tiburones Rojos salieron iluminados, cuando mejor jugaba Necaxa, Santiago Raymonda tomó el balón, corrió unos metros y filtro un pase a su compatriota Claudio Graf que definió con la pierna derecha sin pensarlo.
El gol apagó el estadio, solo se escuchaba la porra jarocha, los festejos en la cancha de los jugadores y el grito de gol del narrador de XEW Jorge Rafael Torres, el resto no insultó, los aficionados necaxistas transformaron sus miradas, sus rostros estaban desencajados.
Después del gol, Cesáreo Victorino pego una patada artera frente al árbitro Jorge Eduardo Gasso, de inmediato lo pinto de rojo y lo mando a las regaderas antes de tiempo, dejando al conjunto escualo con 10 hombres gracias a un acto infantil.
Con la ventaja, Necaxa apedreó el rancho jarocho por todos lados, los postes y un par de atajadas de Jorge Bernal impidieron el empate, la suerte jugó su papel, fueron minutos intensos, llenos de dramatismo y mucho nerviosismo.
Para ponerle más drama al asunto, el silbante central agregó 4 minutos extras, que fueron toda una vida, 4 minutos de llegadas constantes de Necaxa, donde ni Hugo Rodallega, ni Pablo Quatrocchi pudieron concretar el empate.
Al final, así termino, el juego más dramático de los Tiburones Rojos de Veracruz en el actual torneo, los jugadores y los aficionados que hicieron el viaje se fueron contentos, Cuauhtémoc Blanco se despidió de los jarochos después de haberlos felicitado.
Cuando el camión se llevaba a los jugadores de regreso al hotel de concentración, una señora se paro frente al camión y grito “Piojo muchas gracias, te queremos, eres lo máximo” al igual que otros aficionados que ondeaban banderas y camisas rojiazules. Unos metros atrás, Salvador Reyes abandonaba el inmueble en su automóvil, los aficionados hidrocálidos lo detuvieron para pedirle autógrafos, desearle suerte y transmitirle confianza, no estaban enojados, estaban concientes de que había sido un mal día.
La noche termino con los Tiburones Rojos de Veracruz colgados en los cuernos de la luna, sonriendo, ilusionados, pero concientes de que no han ganado nada, el fantasma del descenso sigue rondando el Pirata, que al parecer, desde el más allá, esta haciendo su labor.
Por Antonio Lopez
Notiver.com.mx
Fue una noche fría en Aguascalientes, una noche extremadamente oscura, con cientos de aficionados hidrocálidos llenos de confianza, contra un grupo de más de 30 veracruzanos que hicieron el viaje con sus propios recursos y con mucha hambre de triunfo.
Para entrar al estadio Victoria fue una odisea, seas aficionado o periodista debes tener boleto para ingresar al inmueble, las entradas son supervisadas con alta tecnología que en Veracruz no hay.
Todos los boletos decían: Necaxa del merito Aguascalientes contra los Tiburones Rojos de Veracruz, los hidrocálidos son muy regionalistas y se sienten orgullosos de alojar a los Hidrorayos.
El estadio no es muy grande, apenas para 25 mil aficionados, pero es de los más bonitos que hay en el fútbol mexicano, luciendo su fuente y su juego de luces al ritmo de la música que motiva a los seguidores del Necaxa.
De pronto el sonido local grita como si fuera la última vez “Arriba Aguascalientesennnn” y encuentra respuesta en la gente que corean “Aguas… Aguas” todos se sienten orgullosos de ser hidrocálidos y aficionados del conjunto rojiblanco.
Eran pocos en la barra hidrocálida, pero alentaban con muchas ganas, se escuchaban en todo el estadio, nunca dejaron de cantar, ondearon las banderas sin cesar, y manoteaban al tiempo de los cánticos.
Empezó el partido y Necaxa tuvo las jugadas más claras, Hugo Rodallega puso una en el poste y junto a Ángel Reyna causaron estragos que la defensa jarocha supo contener.
La mala noticia para Aguascalientes llegó cuando se lesiono el volante argentino Walter Gaytan quien tuvo que abandonar el terreno de juego, ahí Veracruz aprovecho la ventaja y ganó terreno, el segundo tiempo acabo mejor.
Atrás de la banca escuala, en las gradas, estaban muy atentos el masajista del equipo Juanito y el entrenador de porteros José de Jesús Torruco, no hacían mucho ruido, pues estaban con sus camisetas y chamarras del Veracruz en medio de los aficionados necaxistas.
Miguel Herrera grito, manoteo, alego con el cuarto arbitro y platico muchísimo con los jugadores suplentes, su auxiliar técnico Santiago Baños estuvo más callado, ambos lucían trajes de primer nivel en el mundo de la moda.
Al medio tiempo apareció la sorpresa de la noche para todos, el delantero mexicano Cuauhtémoc Blanco que juega para el Chicago Fire arranca los gritos y aplausos de todos los aficionados, para ambos equipos jugó y para ambos se brindo, las dos aficiones lo siguen recordando, al igual que la directiva hidrocálida quien le entregó un reconocimiento.
Pegado al futbolista, apareció de la nada misteriosamente el ex directivo de los Tiburones Rojos de Veracruz, el argentino Gustavo Parente, no se le despego, se metió en todas las fotografías y se hace pasar por su representante.
Cuauhtémoc Blanco estará jugando este martes por la noche en Aguascalientes con el Chicago Fire frente a los Hidrorayos del Necaxa, en lo que será el segundo partido amistoso del equipo norteamericano en tierras mexicanas.
En el palco de transmisión de Televisa Deportes, el ex tiburón Adolfo Ríos se encargó de los comentarios del partido, “El portero de cristo” tenía su corazón dividido, tras haber jugado en las dos instituciones.
Para el segundo tiempo los Tiburones Rojos salieron iluminados, cuando mejor jugaba Necaxa, Santiago Raymonda tomó el balón, corrió unos metros y filtro un pase a su compatriota Claudio Graf que definió con la pierna derecha sin pensarlo.
El gol apagó el estadio, solo se escuchaba la porra jarocha, los festejos en la cancha de los jugadores y el grito de gol del narrador de XEW Jorge Rafael Torres, el resto no insultó, los aficionados necaxistas transformaron sus miradas, sus rostros estaban desencajados.
Después del gol, Cesáreo Victorino pego una patada artera frente al árbitro Jorge Eduardo Gasso, de inmediato lo pinto de rojo y lo mando a las regaderas antes de tiempo, dejando al conjunto escualo con 10 hombres gracias a un acto infantil.
Con la ventaja, Necaxa apedreó el rancho jarocho por todos lados, los postes y un par de atajadas de Jorge Bernal impidieron el empate, la suerte jugó su papel, fueron minutos intensos, llenos de dramatismo y mucho nerviosismo.
Para ponerle más drama al asunto, el silbante central agregó 4 minutos extras, que fueron toda una vida, 4 minutos de llegadas constantes de Necaxa, donde ni Hugo Rodallega, ni Pablo Quatrocchi pudieron concretar el empate.
Al final, así termino, el juego más dramático de los Tiburones Rojos de Veracruz en el actual torneo, los jugadores y los aficionados que hicieron el viaje se fueron contentos, Cuauhtémoc Blanco se despidió de los jarochos después de haberlos felicitado.
Cuando el camión se llevaba a los jugadores de regreso al hotel de concentración, una señora se paro frente al camión y grito “Piojo muchas gracias, te queremos, eres lo máximo” al igual que otros aficionados que ondeaban banderas y camisas rojiazules. Unos metros atrás, Salvador Reyes abandonaba el inmueble en su automóvil, los aficionados hidrocálidos lo detuvieron para pedirle autógrafos, desearle suerte y transmitirle confianza, no estaban enojados, estaban concientes de que había sido un mal día.
La noche termino con los Tiburones Rojos de Veracruz colgados en los cuernos de la luna, sonriendo, ilusionados, pero concientes de que no han ganado nada, el fantasma del descenso sigue rondando el Pirata, que al parecer, desde el más allá, esta haciendo su labor.
2 Comentarios
Antonio López no sabe escribir... si quiere escribir hidroRRayos lo debe hacer así, con doble "R"...
ResponderEliminarUna odisea para entrar al victoria? Caray!!! creo que si digo que tardo 5 minutos de la entrada a mi asiento es exagerado!!!
Alta tecnología? simples lectores láser como los que tienen los oxxos y supermercados...
"...arranca los gritos y aplausos de todos los aficionados..."
que no generalice, ni mi papá ni yo gritamos ni aplaudimos... jajaja mamón, yo sólo le menté la madre...
saludos!
Asi es compadre, ese imbecil ademas de parcial no sabe escribir.
ResponderEliminarAdemas, eso de "Hidro" quedó en el pasado... bueno, segun :)
El problema del Victoria (al menos hasta la ultima vez que fui) es para salir no para entrar.
jajaja, alta tecnología... se la mamó :D
Saludos!
Si no tienes una cuenta de Google, puedes comentar poniendo la opción de Nombre/URL para que puedas poner tu nombre o algun enlace a tu cuenta de Twitter, Facebook u otras. No seas un anónimo más.