Opinión PR | Un triunfo en la novena baja

Por Gerardo Taker.

@GerardoTaker

Teniendo como escenario un estadio de Beisbol, enfrentando a un rival muy limitado y a una cancha en pésimas condiciones, misma que me hizo recordar una vez más aquellas palabras del último episodio de la serie 'Club de Cuervos' que dicen que en la Liga de Ascenso -entiéndase Ascenso MX- todas las canchas son "unos putos potreros", Necaxa consiguió un triunfo de último minuto ante Cimarrones.

Para ponernos ad-hoc respecto al tema beisbolero -debido a que el encuentro se disputó en un estadio de Beisbol-, podríamos decir que Necaxa consiguió una remontada en la parte baja de la novena entrada, todo esto después de haber hecho sufrir a si afición a lo largo de 90 minutos de juego.

Un gol tempranero de los locales se conjugó con la falta de argumentos por parte de Necaxa durante largos lapsos del encuentro, lo que sumado a una transmisión que iba de regular a mala en la que los comentaristas no tenían idea ni de uno, ni de otro equipo y al hecho de que viéramos las tribunas vacías por tratarse de un duelo disputado a puerta cerrada, le dieron cierto aire extraño al partido.

Por si fuera poco, el que por cuestiones geográficas y de husos horarios el partido haya comenzado la noche del viernes y terminado en los primeros minutos del sábado son otra de las causas por la que este duelo fuera bastante peculiar.

Necaxa estuvo a nada de hacer un papelón ante uno de los cuadros más débiles del torneo y pese a ello le bastaron los minutos agregados por el árbitro Jesús Guerrero para robarse el botín completo que los Cimarrones parecían ya disfrutar cuando se cumplieron los 90 minutos reglamentarios.

Podríamos decir que Necaxa la hizo de emoción y que jugó con el rival o que la manera de conseguir el triunfo fue un homenaje a aquel Necaxa "de los diez minutos" que sacaba resultados increíbles durante la década de los sesenta. Pero no, la verdad es que se jugó mal, aunque si algo hay que reconocerle al equipo es que nunca dejó de luchar, en especial durante el segundo tiempo. Necaxa no dejṕo de buscar nisiquiera cuando se quedó en inferioridad numérica.

Un gran servicio de Jesús Gómez rematado por Marcos González -si, el mismo al que muchos aficionados criticaban por "estar viejo" aún antes de que pisara nuestro país- bastaron para empatar el encuentro ya en el tiempo de compensación. Pese a ese momentáneo empate que parecía definitivo, el resultado parecía igual de malo que la derrota, no obstante, Jahir Barraza lo maquilló y ahora si, puso a celebrar a la afición.

Una vez más pecando de soberbio, consintiendo al rival, cayendo en su juego y denotando que no se juega al máximo de los alcances que indudablemente tiene el equipo, Necaxa consiguió sacar un resultado que nos permite pensar que el próximo martes en Tapachula podemos subir al liderato general. Se le pueden criticar muchas cosas al equipo en cuanto a su funcionamiento, pero tal como ha sido todo el torneo estamos ahí, entre los líderes.

Las críticas están a la orden del día por la manera de jugar del equipo, porque el técnico no les gusta, porque no juega fulano o porque si lo hace sutano. Pero mal que bien el equipo está arriba y me parece que en ocasiones no estaría mal buscarle lo positivo a lo que sucede con el equipo tanto dentro, como fuera del terreno de juego.

Lo dije, se jugó mal y se estuvo a nada de hacer un papelón. No obstante se ganó y así como muchos critican cuando se ligan partidos sin triunfo, quizá deberían fijarse que pese a todo ahora se han ligado tres triunfos (Zacatepec, Celaya y Cimarrones). ¿Vale la pena amargarse hasta cuando el equipo gana?.