CRONICAS DESDE LA LEJANIA...

Por J.M.F.

Muy buenas noches para todos desde la lejana población de Nîmes, Francia. El día de hoy comienzo a colaborar para este blog necaxista bajo el seudónimo de J.M.F. Anteriormente, en el ahora desaparecido foro de clubnecaxa.com, algunos me conocieron como “Javan”, si el de la tanga y el de la carta y demás.

Para mi, despedirme de mi Necaxa fue un ritual que comenzó desde la jornada 1 vs Pumas. Yo ese Sábado sabía que para mi comenzaba la “gira” del adiós que duraría hasta la jornada 6 en Monterrey. Con toda pasión, convicción y devoción como desde hace 15 años cuando conocí al equipo que hoy es parte de mi vida, viajé a Aguascalientes, Puebla, Guadalajara y Monterrey para poderme despedir de mi equipo. El motivo era simple, yo tenía que partir hacia estas tierras y lo único que deseaba era desearle suerte a un puñado de jugadores con los cuales hoy me siento resentido, deseaba disfrutar todos y cada uno de los 540 minutos de futbol que tenía por delante pues sabía que iba a tardar meses en volver a ver a mi equipo en vivo, deseaba pues, llenar mis ojos de rojiblanco por que sabia que iba a tardar un poco en volver, pero estaba seguro de que mi Necaxa ahí estaría. Quien me iba a decir que cuando sonó el silbatazo final en Monterrey y miré hacia el campo cuando se retiraban todos los mercenarios que desgraciadamente tuvimos por jugadores, quizá era la última vez que iba a ver al Necaxa ya no digamos en primera división, sino con vida.

En realidad a mi nunca me pasó por la cabeza pensar que descenderíamos, aún menos cuando observé los nombres de los jugadores que llegaban, por que aunque ninguno me gustó, imaginaba que alguna mediana calidad debían tener para haberse ganado el renombre que tenían y pensaba que con que se enchufaran todos en algunos partidos bastaría para olvidarnos del mal trago del descenso. Ya vimos que nada fue así, nos fallaron y lo peor es que se fallaron a si mismos, a sus hoy desmoronados prestigios.

No tienen ustedes una idea lo mucho que he sufrido viviendo todo esto desde tan lejos. Que si la luz se iba, que si fallaba el Internet para ver tal o cual partido y tenia que ir corriendo al teléfono a las tantas de la madrugada para hablar por cobrar a México y poder escuchar por el auricular el transcurrir del partido, y aparte el desvelo de rigor claro esta y todo esto sin contar el estress, la rabia de el buen aficionado al futbol que siente y se apasiona por el equipo; Punto y aparte lo del fin de semana pasado, fue como volver al funeral de mi madre, así de triste fue. Por el lado de nosotros, de los aficionados, creo que debemos estar todos tranquilos, por que desde donde hayamos estado todos dimos lo mejor de nosotros y estoy seguro que todo aquel que se dice buen necaxista desde que vio que el equipo se empezó a poner mas mal, se puso su playera con mas orgullo que nunca y no paró de apoyar, por que así somos los necaxistas, somos mártires, somos auténticos, somos únicos, somos tan pocos y eso nos vuelve mas unidos que cualquier otra hinchada mexicana.

Por ahora no nos queda mucho por hacer, tan solo esperar y yo no se ustedes pero para mi, que me considero un romántico del futbol, descender es doloroso pero no debería pasar de ser eso. Desgraciadamente en México y mas para un equipo menospreciado por todos, como lo es el Necaxa, un descenso puede significar la muerte, la desaparición; Ya hemos escuchado durante esta semana, a tan solo 3 días después del descenso como el “amable e inteligente” gobernador de Aguascalientes sugiere la desaparición del equipo y el posible nacimiento de las Zebras de San Marcos…

Esperemos que todo lo que hemos escuchado sean solo rumores y que para el siguiente torneo el Necaxa juegue en la Primera “A” como le corresponde, que dispute deportivamente su ascenso y que los dueños se olviden de estupideces de cambiar el nombre, de mudar la franquicia, etc. Y que nos cueste trabajo, si que nos cueste a todos, a ellos, a los que habrán de defender la playera y que espero los que vengan si lo sepan hacer, y a nosotros, para que aprendamos ahora si a estar en las buenas, en las malas y en las peores. Deseo esto para que cuando volvamos disfrutemos todos como locos el ascenso, por que se que si al Necaxa lo dejan en paz, lo dejan de manosear y lo dejan en manos de gente que sepa exactamente lo que significa el Necaxa, quizá nos tardemos un año, quizá 2, pero volveremos.

Ya después les narraré otras experiencias necaxistas, incluidas las que he vivido por estas tierras como son: la crónica del fin de semana anterior, la anécdota del tipo que vio mi playera duvalín cortesía de Pérez Teuffer y me ofreció 30 euros por ella, etc.

La verdad nadie me lo ha pedido ni me pagan por ello, pero yo estando acá me considero además de un mexicano orgullosisimo, también un embajador del equipo mas grande de México, el que yo y otro puñado de ilustres escogimos amar, el Necaxa.

FUERZA RAYOS !!!